Hablemos de regeneración

HABLEMOS DE REGENERACIÓN

Pedro González

No hay duda: los políticos nos han ganado por goleada. Nos utilizan de atrezzo en presuntos debates, conferencias de prensa sin preguntas o caravanas electorales, por cuyo seguimiento hay que pagar, además, un canon. Todo el equipo, editores, directores y periodistas, somos culpables de esta derrota, aunque quién descenderá finalmente de categoría a una división de menor calidad será nuestra democracia.

Pero, más allá del recurso fácil al victimismo, nos hace falta un revulsivo para revertir la situación. Difícilmente la regeneración van a encabezarla los compañeros de base, al menos si no tienen el respaldo firme y decidido de los más veteranos, y de todos, o al menos de una importante mayoría de editores y empresarios de medios de comunicación. Necesitamos que una institución fuerte y de prestigio alce permanentemente la voz para denunciar el recorte de libertades y el ahogamiento de la independencia de los medios. Y esa institución no puede ser otra que la Asociación de la Prensa.

Hará falta mucho coraje para que la APM defienda que sus asociados no sean meros figurantes cuando cubran informaciones políticas, que está dispuesta a señalar a los medios conniventes con una situación vergonzosa, sea por peloteo con el poder o porque defiendan intereses inconfesables. Cuando la principal misión de los medios de información es publicar aquello que alguien desearía mantener oculto, no se puede ser cómplice de lo que se apunta, señala y condena de otras personas y grupos que no disponen de la aplastante capacidad de presión de los políticos.

Salvo que a lo que se aspire sea a una mera canonjía, otorgada precisamente por los políticos, sean del signo que sean, considero que es misión fundamental de la APM erigirse de verdad en la institución que defienda los principios básicos de la profesión periodística y ampare a quienes sean perseguidos precisamente por ejercerlos con firmeza. Por supuesto, hablo por mí mismo, pero creo que todos los que integramos esta candidatura comulgamos con estas ideas. Algún partido  habla de “pelea” por defender en lo que se cree. Espléndido eslogan para aplicárnoslo a nosotros mismos y dar la batalla porque no sigan arrinconando a la profesión ni a sus profesionales. No pocos medios y todos nosotros alardeamos de independencia. Pues, bien, ha llegado el momento de plantarnos, de ejercer la libertad con el máximo rigor.

Igual que se ha extendido, a justo título la expresión “televisión-basura”, contra la que nos levantamos no pocos profesionales, también ha llegado el momento de denunciar la política-basura, la que no permite que los profesionales inquieran sobre lo que de verdad interesa a la gente; la que intenta más o menos sutilmente amordazar a los medios y a quienes los dotan de contenido periodístico; la que decide lo que hoy toca y lo que no en virtud únicamente de los propios intereses del político de turno, y la que utiliza en último término todos los medios de presión posibles para evitar la verdadera crítica.

Esta voluntad de regeneración de nuestra maltratada profesión es, entre muchas otras, la principal razón de que me presente con Fernando Jáuregui en esta candidatura al puesto de secretario general de la APM. Por eso pido el voto a quienes suscriban estos principios y estén dispuestos a defenderlos.